sábado, 30 de abril de 2016

Tras la tormenta...

Frente a él se encontraba el que hasta ahora había sido su compañero inseparable, pistola en mano.
Detrás, una caída sin fin. Un abismo del que no salía más que oscuridad. Una muerte segura.

"¿Por qué?" Preguntó, pero no obtuvo respuesta.
Su compañero dio un paso al frente, con la pistola en alto.
"¿Todo fue un engaño?" Pero una vez más sólo hubo silencio.
Un disparo rompió el silencio, abriendo un agujero en el brazo del joven, que se llevó la otra mano a la herida en un acto reflejo.
"¿O acaso hice algo mal?" La amargura de la situación se hizo cargo de sus emociones, dejando escapar unas lágrimas.
El muchacho se arrodilló, esperando su fin. Por su cabeza se pasaron rápidamente todas las aventuras vividas, y todos lo hechos que había acaecido este fatídico día.

No comprendía las acciones de su fiel amigo. La matanza indiscriminada de todas aquellas personas a las que una vez había querido. No veía más sentido a su existencia.

Mas, en un último instinto por sobrevivir, se lanzó al abismo, negándose a seguir atado a unos lazos que ya no existían y con la esperanza de dejar todo lo ocurrido atrás.

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