miércoles, 21 de septiembre de 2011

PRÓLOGO

La vida en el Mundo en el que vivimos ha variado mucho desde su creación; pasó de ser una roca llameante, a un paraje con agua, ideal para el desarrollo de la vida. 
Millones de años de evolución más tarde, aparecimos nosotros; los humanos, excepcionalmente inteligentes, pero con una visión antropocéntrica de la realidad.
 
En la antigüedad, tanto humanos como pokémon han convivido en armonía.  
Desde el principio el ser humano ha observado el poder de estas criaturas con fascinación, ansiando desde el primer momento un control total de las habilidades que los pokémon tienen de manera innata. Persiguiendo este sueño, los primeros humanos se relacionaron favorablemente con pequeños grupos de pokémon de forma amistosa, establecieron una simbiosis en la que los humanos ofrecían seguridad y cobijo a los pokémon a cambio de obtener de ellos tanto alimento, como uso de sus facultades. 
 Se descubrió el fuego, gracias al aporte de pequeños Tepig, se comenzó la fabricación láctea debido a la leche de Miltank, y se incorporó frutas exóticas a la dieta procedentes de los cuellos de Tropius.

El ser humano comenzaba a destacar como especie dominante, no era la más fuerte, pero sí la más inteligente y más con cada generación, pero a la vez, más ambiciosa. 
El ser humano ambicionaba los poderes sobrenaturales de los pokémon para sí, quería tener el control sobre lo incontrolable, ser obedecido sin rechistar, la mayoría de humanos apoyaban esta idea, estaban enfermos de poder, y así crearon el primer dispositivo de control.
Este dispositivo, que no era más que un chip, se adhería a la piel de cualquier pokémon y hacía que éste te entendiera y obedeciese. Rápidamente la gente se agolpó para comprar el producto, todo el mundo quería esta clase de beneficios “gratuitos” en su casa; agua gratis cortesía de Blastoise, Fuego para la calefacción vía Charmeleon. 

Pero con lo que no contaban los fabricantes de este invento era con las mafias. 

El ser humano es violento por naturaleza, y cualquier cosa que pueda usar para el mal, probablemente lo acabe usando. 

Y así, muchos humanos comenzaron a controlar los pokémon más agresivos y peligrosos que existen, para de este modo poder conseguir lo que quieran sin complicaciones. 
Varios gobiernos cayeron por este error de planificación.
España, por suerte o por desgracia, no posee hábitat de ningún pokémon tan poderoso, esto, sumado a que el invento llegó veinte años tarde, hizo posible que la policía estuviera preparada para lo que se avecinaba.
Con los años, el dispositivo se ha ido adaptando de forma que fuera menos peligroso, más fácil de transportar y menos perjudicial para los pokémon capturados. Ahora el dispositivo es una “pelotita” que puedes llevar en un bolsillo, es decir “pokéball”. 
A la vista de los acontecimientos anteriores, se limitó el uso de estos dispositivos a un máximo de diez por persona. 

Las pokéball llevan unos chips, de forma que si una persona lleva consigo más de diez pokéball con pokémon dentro, se desactiven y sean inútiles hasta que lleves sólo el número indicado.

El invento original fue diseñado por la compañía Game Freak y en su dorso se puede leer la inscripción <<Gotta Catch'em All>> pero, al igual que con cada invento, muchas compañías han sacado su versión del producto, como Aperture Science con su logo <<We catch what we must, because we can>>.
Desde que se creó este revolucionario invento se ha ido popularizando un nuevo “deporte” que consiste en hacer pelear a varios pokémon hasta que solo quede uno en pie. Con los años, las asociaciones de pokémon han demandado esta crueldad hasta convertirlo en lo que es hoy en día; un sano espectáculo en el que los combatientes demuestran su fuerza y pericia, pero sin llegar al extremo de matarse el uno al otro, en lugar de eso, las nuevas pokéball tienen un dispositivo que reconoce la salud del pokémon que capturó, de forma que cuando está algo débil lo hace volver dentro, evitando que sufra más daño.
Con los años, los gobiernos de todo el mundo han ido estrechando lazos, hasta que por fin un día, se unieron todos en uno. De esta forma se acabaron las guerras entre países, aunque seguía habiendo casos aislados de gente contraria a esta medida. 
Fue entonces cuando se fundaron las diez grandes capitales del mundo, en las que habría una persona al mando de la defensa de esa zona. 

Estas personas, que destacaban sobre el resto, eran los llamados “líderes de gimnasio” y su labor, además de la de defensa, era la de enseñar a los nuevos entrenadores que iban a retarlos. 

Para ser reconocidos como tales, los líderes de gimnasio tenían unos símbolos de poder, que pasaban entre ellos de generación en generación. Estos amuletos eran objetos de joyería, hechos con unas extrañas piedras que simbolizaban los tipos de los cuales eran maestros.
Estas 10 capitales son: España, Roma, Francia, Japón, California, Rusia, Grecia, Nueva Zelanda, Egipto e Inglaterra, siendo ésta última la sede del laboratorio de investigación pokémon dirigido por el profesor Madrazo y donde se organiza el torneo anual del que saldrán los entrenadores más aptos.

Y con esto llegamos a la víspera del torneo del año 2011.




Juan Manuel Torres, "Juanma" para los amigos. Con él comienza esta historia.
Un chico como cualquier otro; aspecto promedio; notas promedio; nada a destacar en su historial. Dieciocho años de normalidad y buena conducta, ese amigo en el que siempre confias y nunca te has imaginado quemando contenedores o robando en un todo a cien. 

Esta es su historia, y con ella un cambio radical en su vida y en la de aquellos que se cruzarán en ella. 

-Final del prólogo- 

1 comentario:

  1. Dios escribes de puta madre, fijate que a mi los pokemon ni fu ni fá pero me está gustando, Bravo :D

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