lunes, 16 de febrero de 2015

Paradise city.

Quería montar una entrada para el sábado, pero la dejé a medias el viernes y al final el mismo sábado no dormí en casa, por lo que no pude terminarla, además ayer (domingo) llegué tarde y cansado a casa, por lo que no pude terminarla tampoco.
Así sin más, os lo dejo ahora ya hecho (aunque no es nada del otro mundo).

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La melodiosa voz de su compañera unida al delicioso olor de la comida le despertó con cuidado. Abrió los ojos para comprobar que estaba sólo en la cama y poco a poco fue despertando todos sus sentidos.

Se levantó a duras penas, ayudado por la idea de volver a verla, se puso las zapatillas de andar por casa y salió de la habitación en dirección a la cocina. La hermosa voz de la joven se fue haciendo cada vez más audible conforme se iba acercando, atraido por el olor de las tortitas que ella le preparaba con todo su amor.

-Buenos días, princesa.- Saludó el hombre alegremente mientras rodeaba la cintura de la chica con sus brazos y besaba su nuca.
-Buenos días bicho.- Respondió ella girándose para besarlo en los labios. -No quería despertarte.- Se disculpó con una sonrisa en la cara.
-No lo has hecho.- Comentó él. -Porque cada mañana a tu lado es como un sueño hecho realidad.- Dijo mientras la abrazaba con fuerza.
-Tonto.- Le respondió ella mientras apartaba la mirada y se ponía colorada.

Ambos se sentaron a la mesa para desayunar mientras hablaban de todo y de nada, reían juntos, y el tiempo pasaba, simplemente estando juntos, sin hacer nada en especial, pero sin querer cambiarlo por nada del mundo.

-Ojalá este momento no acabase nunca.
-Me gustaría que todo pudiese ser siempre así.
Te amo más que a nada.


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No quiero eclipsar el relato con mis historias de la Japan, por lo que voy a contarlo ahora, en la misma entrada, aunque de una forma muy breve.

El domingo participé en un torneo de pokémon, en formato OU (a pesar de lo mucho que odio Smogon), y para mi sorpresa, aún siendo mi primer torneo de este estilo, quedé en tercer lugar (y por poco no en primero), de hecho no llegué a la final porque pequé de exceso de confianza y no usé Puño Bala cuando debía (puto Mega Lopunny). En fin, creo que demostré durante el torneo que jugar OU no tiene ningún misterio y que es un formato para retraidos mentales. No por nada, sino porque sin estar familiarizado con mi equipo (hice dos combates de práctica) pude ganar sólo porque mis oponentes llevaban los sets típicos que dicta Smogon, y claro, como yo sólo llevaba dos OU en el equipo, no pudieron predecirme tan bien como hubieran querido.
A ver, que se me entienda. Mis rivales eran buenos, pero todos ellos fueron bastante previsibles dentro de lo que cabe.

En fin, de aquí a unos días un colega al que tuve que echar en tercera ronda (lo siento Hotaku) subirá mis vídeos del torneo a YouTube haré una entrada con los links.

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