Una estupida cancioncilla suena cerca de mi oído y taladra mi cerebro.
Es el despertador, anunciando un nuevo día. Intento incorporarme, pero el mullido colchón me tiene atrapado del todo.
De pronto, ruido de persianas y una luz que hace que vea el interior de mi párpado de un color rojo intenso que daña las pupilas.
-¡Venga coño! ¡Madrazo no nos ha dado el puesto de líder para vaguear!
-Podrías ser más dulce al despertarme. Además, ¿qué haces tú aquí? Te he dicho miles de veces que no entres en mi cuarto sin permiso, y menos si tengo compañía.
Señalé el bulto que se escondía bajo las sábanas a mi izquierda, protegiéndose de la luz solar, o de las miradas de mi hermanastro, quién sabe.
Hice un gesto a Hugo para que se fuera. Cuando por fin se marchó, mi acompañante salió de su escondite.
-¡Dijiste que no entraría!
-¡Y se suponía que así sería! ¡Tiene prohibido entrar a mi habitación, pero hace lo que le da la gana!
La miré a los ojos, parecía muy enfadada, pero por suerte ella se había despertado con el sonido del despertador. Es una suerte que al final cediera a sus súplicas de dormir tapados por una fina manta.
-¿Que te parece si te lo compenso a lo grande?- Dije mientras quitaba lentamente la manta. Ella me miró, bajó su vista y aceptó.
Tres cuartos de hora más tarde salimos al salón a desayunar. La verdad es que aún no me acostumbraba a aquella casa del todo, pero era muy confortable.
Mientras Hugo jugaba a la consola en la televisión de plasma del salón, yo fui a prepararme algo para desayunar. "¡Choco Ruais!" Dije en alto mientras me echaba los cereales en una taza de Cola-cao.
Tras el desayuno, llevé a mi invitada al piso superior; el gimnasio. Allí ya me esperaban mis pokémon entrenándose ellos solitos.
-Verás Anne, el tipo lucha se basa totalmente en usar tu cuerpo contra el enemigo, en desarrollar los talentos naturales del individuo. A diferencia de otros tipos, nosotros golpeamos con contundencia físicamente, casi nunca a distancia.
>>El tipo lucha usa básicamente los puños y los pies para efectuar todos sus movimientos, esto se ve claramente en Hitmonchan y Hitmonlee, los iconos de la lucha.
>>Nuestra fuerza nos permite destruir rocas, resquebrajar el hielo y romper el acero, somos más fuertes que los normales, los únicos capaces de ello.
>>Por desgracia, no somos capaces de golpear fantasmas, aunque ellos si pueden golpearnos a nosotros. Somos débiles ante los ataques psíquicos, que entran a nuestra mente a distancia sin que podamos evitarlo y también pueden con nosotros los voladores, demasiado rápidos como para acertar un golpe.
>>Para evitar estas desventajas, los antiguos pokémon del tipo lucha fueron capaces de sintetizar la energía natural en su cuerpo, sobre todo en los puños.
>>Se dice que el primer pokémon en aprender a usar Puño Hielo, Puño Trueno y Puño Fuego fue un Hitmonchan, uno que peleó contra las aves legendarias en una prueba por ser el más fuerte.
>>Dicen que mientras golpeaba el cuerpo de sus adversarios, su poder se iba quedando en los guantes, así como los ataques que bloqueaba con las manos.
>>Finalmente, aprendió a dominar estos elementos. Concentrándose podía congelar sus guantes, quemarlos o electrizarlos, para hacerse más fuerte. Con el paso de los años fue enseñando cómo hacerlo a otros pokémon.
>>Mi Hitmonchan es un descendiente de ese antiguo Hitmonchan, y me ha enseñado cómo hacerlo, y si me derrotas mañana, yo te enseñaré a hacerlo.
Anne se había quedado boquiabierta, mirándome con una expresión nada inocente.
El profesor me mandó cuidar bien de los entrenadores que vinieran a visitarnos y, yo, estaba cumpliendo con creces.
-Sperman-
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