-(8) Nino-nino nino-nino, nino-nino-ní~~~(8)
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Decidí
dejar que el instinto de Godzilla le dictara las órdenes, porque yo
no sabía qué hacer. No tenía sentido bajarle la defensa al rival
si éste bajaba el ataque de mi pokémon.
-¡Calimero,
usa Arañazo!- Ordenó Delta, a lo que Torchic corrió en dirección
a Treecko con una velocidad asombrosa, dio un pequeño salto y clavó
sus garras en la cara de Godzilla. “¿Porqué no lo había
evitado?” Me quedé pensando, ¿podía ser que Godzilla esperase
mis órdenes para un contraataque? -¡Muy bien! ¡Una vez más!-
Prosiguió Delta. Treecko miró hacia atrás, buscando mis ojos para
saber qué hacer.
-¡Vale
Godzilla, espérale y dale el mejor Destructor que puedas!- Torchic
se lanzó contra Treecko una vez más. Dio un salto y apuntó su pata
a la cara de Godzilla, pero Treecko se dio la vuelta muy rápido,
haciendo que el arañazo de Calimero le rasguñase severamente la
cola. Una vez que Godzilla sintió que Torchic le estaba tocando,
hizo fuerza con su cola hacia abajo en un potente ataque destructor
que derribó a su oponente al suelo.
Las
cortas patas de Calimero no le permitieron levantarse a tiempo de
esquivar una oleada de golpes de Treecko que fueron disminuyendo su
fuerza poco a poco hasta que no pudo más y cayó debilitado. Delta
retiró a su pokémon decepcionada y volvió a sacar a Mareep que
emergió de la pokéball placando con fuerza a Treecko, demasiado
cansado como para esquivar.
Godzilla
cayó debilitado y tuve que volver a sacar a Merry a combatir. Veía
que Aries estaba un poco más cansado que mi Skiddo por el placaje
que acababa de realizar y por la dura batalla que había tenido
previamente contra Merry. Pensé que había una estrategia que podía
funcionar y me dispuse a llevarla a cabo.
-¡Usa
Desarrollo!- Grité. Las hojas del cuello de Merry comenzaron a
crecer. -¡No pares de usar Desarrollo!- Le ordené.
-¡No
te dejaremos! ¡Aries, Onda Trueno!- Mareep obedeció de inmediato
lanzando electricidad en dirección a Merry, que quedó paralizado.
Las hojas de Skiddo siguieron creciendo, a un ritmo más lento y con
algunas interrupciones. -¡Ahora placaje!
-¡Aguanta
y sigue desarrollando!- Ordené como parte de mi plan. Mareep impactó
a Skiddo, que recibió el golpe y se mantuvo. Siguió
desarrollándose, sus hojas llegaron a su tamaño máximo y los
cuernos crecieron un poco.
-¡Derríbalo
con más placaje Aries!- Ordenó Delta confiando en su victoria.
El
Placaje de Mareep impactó de lleno a Merry, que cayó al suelo, pero
se levantó dificultosamente. Su barba estaba creciendo ahora.
-¡Muy
bien Merry! ¡Hora del Placaje!- Skiddo se lanzó a la carrera.
-¡Usa
Impactrueno!- Ordenó Delta para mantener las distancias. Merry se
quedó quieto de pronto, paralizado, y recibió el ataque de Aries.
Skiddo baló con fuerza y siguió corriendo en pos de Mareep.
-¡Esquívalo!- Pero era demasiado tarde, Merry ya había llegado
hasta donde Aries se encontraba y lo placó con tal fuerza que lo
desplazó varios metros, haciéndole desaparecer dentro del campo de
maíz.
-Bueno,
creo que eso significa que he ganado.- Dije mientras Delta devolvía
a Aries a su pokéball.
-¡No!-
Y lanzó una pokéball más del bolsillo de su peto.
De
su interior salió un Ponyta negro. Sus llamas azules ondeaban con el
viento. Era bastante grande y tenía aspecto fuerte y orgulloso.
Saqué la pokédex y me di cuenta de que estaba en problemas, y no
sólo porque la pantalla estuviera más rota que esa mañana.
Antes
de nada le di una Baya Zreza a Merry para curarle la parálisis y una
Aranja para que recuperase un poco de vitalidad.
-¡Vamos!
¡Dijiste combate de 2 contra 2! ¡Esto no es justo!- Dije mientras
intentaba pensar en cómo iba a derrotar a ese Ponyta.
-¡No
pienso acatar reglas contra unos vulgares ladrones!- Respondió
Delta. -¡Usa Nitrocarga!
Pero
en lugar de obedecer, Ponyta se tumbó en el suelo y se puso a
dormir. Delta se sentó mientras lloriqueaba.
-Venga
Daisy.- Decía. -No puedes dejar que estos sucios ladrones nos roben
a Merry.- Lloró.
-¡Oye,
a quién llamas sucio!- Se quejó Enzo.
Miré
más información en la pokédex y entonces lo entendí.
-Ese
Ponyta no te obedece porque no tienes suficiente coraje ni habilidad
para controlarle.- Le dije muy serio mientras me acercaba a ella. -Si
quieres que te obedezca necesitas medallas para que te respete.-
Comenté mientras le tendía la mano. -Y, desde luego, no puede verte
llorar como una cría.
Delta
se me quedó mirando mientras se secaba las lágrimas y se cogía de
mi mano para levantarse.
-Si
vienes con nosotros te ayudaremos a conseguirlas.- Le propuse
mientras me sonrojaba. -Y sino mira a Enzo, desde que viaja conmigo
se ha hecho más fuerte.
-¡Oye!-
Se volvió a quejar Enzo.
-Pero
vosotros habéis robado a Merry.- Dijo reacia a escucharme.
-Respecto
a eso...- Comencé. -No sé muy bien cómo pasó, pero ella ha
decidido venir conmigo y hacerse más fuerte, y no voy a parar hasta
conseguirlo.- Dije mientras cogía a Skiddo en brazos.
-Ya
veo...- Respondió Delta. -Quedaos aquí un momento, tengo que ir a
la granja a por una cosa.- Dijo un poco de mejor humor mientras
devolvía a Ponyta a su pokéball.
La
esperamos ahí sentados durante quince minutos hasta que de entre el
maíz volvió a aparecer la figura de Delta. Vestía el mismo peto de
antes pero con una camiseta blanca sin mangas debajo. Llevaba una
bolsa grande de viaje y una vaina de espada en la cintura.
-¿Qué
es eso?- Pregunté señalando la vaina.
-¿Esto?
Es el Honedge de la familia. Según dice mi padre contiene el
espíritu de mi abuelo dentro, por lo que quería traerlo conmigo.
Además he cogido otra pokéball del establo.- Dijo mientras sacaba
una honorball de dentro del bolsillo del peto. -Lo que me recuerda
que tenemos que hacer algo con tus pokémon.
Lanzó
la Honorball y de su interior salió un Miltank morado con capucha
blanca, a lo que Delta comenzó a presentárnoslo.
-Este
no es un Miltank cualquiera.
-¿Es
una Miltank lechera?
-Me
da leche merengada.
-¡Ay!
Que Miltank tan salada.
-Tolón
tolón.- Interrumpió Enzo, y todos nos echamos a reír.
-No,
ahora en serio.- Prosiguió Delta. -Es una mutación muy rara de la
especie de Miltank y hace que no dé una leche normal, sino que da
leche chocolateada. El profesor la estuvo estudiando durante un año
entero y aún no sabe a qué se debe, pero han descubierto algunos
ejemplares similares más y uno de ellos es la famosa marca de una
compañía de chocolate.- Nos informó nuestra nueva compañera.
Después
de la charla, Delta comenzó a ordeñar con cuidado a Kimberlie (su
Miltank) para tener un Batido que curase a nuestros cansados pokémon.
La leche chocolateada que daba ese Miltank era deliciosa, hacía que
la incorporación de Delta fuera aún mejor.
-¡Delta!-
Comenzamos a oír en el campo de maíz a su padre gritar.
-¡Oh
no, ya se ha dado cuenta!- Dijo Delta.
-¿Dado
cuenta de qué?- Preguntó Enzo.
-Dado
cuenta de que me he escapado de casa. ¡Vámonos!- Y echó a correr
mientras nosotros reaccionábamos y la seguíamos.
Delta
se había escapado de casa por venir con nosotros, lo que me hacía
pensar en que además de poder acusarnos de robo de pokémon ahora
también nos podían acusar de secuestro de jovencitas. Sólo
esperaba que este asunto no llegase a la policía para que mi hermano
mayor no se preocupase en exceso.
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¡Delta se ha unido a nuestro equipo! ¡Tiroriroriro-ri, tintintan! (Ni siquiera sé interpretar este sonido en mi cabeza)
Equipo de Delta:
Calimero |
Aries |
Daisy |
Maximilian |
Kimberlie |
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