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Vi
en una esquina mi pokédex y me acercqué a recogerla. La pantalla
estaba rota, pero aún se podían ver los datos del último pokémon
registrado.
-¿Skiddo?-
Leí entrecerrando los ojos con sorpresa. Entonces algunos recuerdos
de la noche anterior vinieron a mi mente. Como habíamos ido a
recoger a nuestros pokémon, como Enzo me había contado la historia
de como perdió a su familia en una tormenta que se tragó su isla
natal, cómo había encontrado la Piedra Trueno (tiraba bajo un banco
del parque, la vi tras caerme al perder el equilibrio borracho) y
como habíamos llegado a la granja. También recordé que al llegar
vimos muchos Skiddo y yo dije que eran super monos y que quería
uno...
-Buenos
días.- Susurró Enzo rompiendo mis pensamientos. Yo miré mi
cinturon, dónde llevaba las pokéball de mi equipo y grité.
-¡Mierda!
¡Joder!- Grité varias veces.
-¿Qué
pasa tronco? No grites.- Comentó Enzo tapándose los oídos.
-¡Tio
tenemos que irnos!- Dije super nervioso a mi compañero. -Le he
robado un Skiddo al granjero, ¡anoche capturé un Skiddo de otra
persona! ¡Y no sólo eso! ¡Hemos allanado su granero!- Grité
histérico.
-Joder,
¡vámonos ya!- Sugirió Enzo mientras recogía todo.
Miré
que no nos dejásemos nada y salimos corriendo del granero, nos
alejamos de la granja atravesando por un campo de maíz hasta que
acabamos exhaustos en un camino. Intentamos recuperar la respiración
mientras mirábamos en ambas direcciones del camino intentando
adivinar cuál nos llevaría a buen puerto.
Mientras
estábamos sentados pensando oímos voces a nuestra espalda.
-Que
sí papá, te digo que falta Merry y que he oido voces viniendo por
aquí.- Decía una voz femenina.
-Grrr.-
Gruñó una voz grave. -Si ya sabía yo que el jaleo que oía anoche
no era mi imaginación.
Miramos
en todas partes, pero no había sitio a donde huír ni esconderse.
Sólo quedaba esperar que nos descubrieran e intentar inventar algo.
-Rápido
Lechu, saca al Skiddo de la pokéball y sígueme la corriente.-
Susurró Enzo. Le hice caso, liberándo a Merry de su pokéball y
viéndole sobrio por primera vez. Era una Skiddo preciosa, con el
pelaje verde y los cuernos fuertes. Nada más salir, Merry se
acarició contra mi pierna, por lo que Enzo comenzó su plan. -¡Deja
de seguirnos maldito Skiddo!- Comenzó a gritar. -¡Ya te hemos dicho
que no puedes venir!
De
pronto oímos pasos que avanzaban corriendo a nuestra dirección. En
seguida aparecieron un viejo y una joven que debían ser los dueños
de las voces que habíamos oido antes y del Skiddo.
-¡Vosotros!
¿Qué hacéis con nuestro Skiddo?- Preguntó la chica llevándose la
mano a la espalda.
-¿Que
qué hacemos?- Dijo Enzo -¿Qué hace vuestro Skiddo? Nos hemos
perdido y él nos ha visto y se ha puesto a seguirnos como si
quisiera venir con nosotros.
Ahora
que acababa de entender el plan de Enzo ya podía ayudarnos a salir
impunes de esa situación.
-Así
es, cuando ha aparecido corriendo hacia nosotros la he acariciado un
poco la cabeza y no ha dejado de seguirnos cuando nos íbamos.- Mentí
intentando ganarnos su confianza.
-¡Merry,
aquí!- Ordenó el granjero con su voz grave, pero Skiddo le miró y
luego apartó la vista en señal de no hacer caso.
-Merry
se comporta muy raro.- Comentó la chica mientras se agachaba y
extendía su mano hacia Skiddo que se acercó lentamente, olió la
mano y la mordió.
La
chica gritó mientras apartaba la mano rápidamente, Merry mientras
tanto correteaba feliz de un lado a otro rodeándome.
-¡Papá,
han capturado a Merry!- Dijo la chica con lágrimas en los ojos. Su
padre la miró con aspecto severo.
-Entonces
recupéralo.- Sentenció. -Si de verdad quieres ser una entrenadora
vas a tener que esforzarte por lo que quieres. Y desapareció entre los cultivos.
La
chica se sequó las lágrimas con el dorso de la mano y se quitó el
sombrero. Dos coletas trenzadas y rubias cayeron sobre sus hombros.
No la había prestado atención hasta ese momento porque su padre me
intimidaba, pero ahora que la miraba a la cara, sus ojos azules y las
mejillas llenas de pequeñas pecas me cautivaron. ¿Cómo había
podido robarle un pokémon a una chica tan guapa? No me lo podía
perdonar.
-Lo
siento mucho por haber capturado a tu pokémon, pero si no recuerdo
mal, ella decidió venir conmigo sin oponer mucha resistencia.- Noté
cómo mis posibilidades de ligar con ella se reducían
considerablemente.
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Merry se ha unido al equipo de Lechu
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