Odisea. Capítulo 8: Historias.

Este es un capítulo corto que sirve como enlace entre dos Fanfic.
Quiero decir, en este capítulo decidí que "Odisea" sería la secuela de una versión alternativa de "Aurium" (un universo paralelo que no escribiré, en el que todo es bastante distinto, pero con puntos similares).

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Dejamos los pokémon curándose otra vez en el Centro Pokémon mientras la enfermera nos miraba con expresión cansina, como queriendo decir “es la tercera vez en un día, relajáos un poco”.

Mientras tanto paseamos un poco por el espacio remanso de la ciudad, un lugar donde relajarse caminando por un largo parque lleno de césped y bancos para sentarse, con muchas fuentes y tipos distintos de árboles, desde pinos hasta abedules.

Mientras hacíamos tiempo hasta que nuestros pokémon se recuperasen nos abrimos otra cerveza y empecé a contarle mi pasado a Enzo.

-Yo soy originario de Ciudad Volterra, en la región de Aurium.- Comencé a contarle. -Vivía allí con mi padre y mi madre. Mi padre era el líder de la ciudad, del tipo eléctrico. Había viajado anteriormente por la región y se había hecho con las 18 medallas que hay. Durante sus viajes hizo muchos enemigos y no tantos amigos. Su fuerza era aplastante y sus convicciones inquebrantables.- Hice una pausa. -Los demás líderes tuvieron envidia cuando fue escogido como uno más de ellos y aprovecharon la mínima para acabar con su pokémon.- Bebí un gran trago de cerveza y luego proseguí. -Mataron a Padme, el Pikachu de mi padre.

Se hizo un gran silencio. Enzo no sabía qué decir o a dónde mirar, pero yo seguí contando la historia de mi padre.

-Él entonces comenzó a trabajar en sus proyectos científicos, ignorando sus responsabilidades de líder. Quería traer de vuelta a su querida Pikachu, que había estado con él desde que era un Pichu, siempre haciéndole compañía, siempre haciéndole reír.- Se me hacía un nudo en la garganta que deshice terminándome la bebida de un trago. -Lo consiguió. Pero durante el proceso experimentó con muchas personas y acabó con la vida de la mayoría. -Me abrí una nueva cerveza. -Cuando se produjo el caos en la región, su locura hizo que fuera uno de los primeros en caer. Todos sus pokémon eléctricos resultaron eliminados o secuestrados, excepto nuestra mascota Lobi, el Zigzagoon, y el Charizard que usaba para desplazarse.

-Lo siento mucho.- Dijo Enzo mientras yo le daba otro gran sorbo a mi cerveza.

-No tienes que sentirlo. Mi padre siempre fue diferente al resto. Hizo muchas cosas malas, pero la mayoría fue porque la sociedad le moldeó así. Los asesinatos que cometió no son perdonables, pero no merecía morir así.

Seguí bebiendo mientras intentaba recuperarme de la pequeña depresión provocada por contarle a Enzo la triste historia de mi padre, mientras le enseñaba las medallas de la región de dónde venía, incluyendo la del gimnasio de mi padre.

Después de eso no recuerdo nada, pero amanecimos la mañana siguiente tirados en el suelo de una granja. Yo tenía una Piedra Trueno en el bolsillo que no sabía de dónde había salido. Enzo aún dormía, abrazado a un montón de heno. Mi cabeza daba vueltas mientras intentaba recordar qué había pasado la noche anterior. Ya no quedaban cervezas y todas las botellas estaban tiradas en el suelo alrededor nuestro. Por el aspecto, debíamos estar dentro de un granero de una granja. ¿Cómo habíamos llegado hasta ahí? No tenía ni idea, pero teníamos que irnos.

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Enzo no sólo es un personaje en la historia, sino que es un compañero que escribe esta misma historia pero desde su punto de vista y cambiando un poco los sucesos en su favor.

Él va a complementar un poco este capítulo porque quedó corto y considero también importante conocer un poco su pasado (escrito por él mismo).

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-Despues de esa triste historia, nos devolvimos al Centro Pokémon, y recojimos a nuestros Pokémon , volvimos a Espacio Remanso, donde yo pense en que me tocaba a mi contarle mi pasado

Lechu: Y bueno, tu, cual es tu pasado?, pregunto mientras bebia la gota de Cerveza que le quedaba

Yo: mish..., bueno, yo soy de una pequeña isla en el mar, Margarita, yo vivia tranquilo ahi, pero un día la tierra empezo a temblar, y la lluvia empezo, hubo grandes muertes, y la isla fue tragada por el mar, perdi a mis padres, y desperte flotando a la deriva, muy adolorido, todo era borroso, y solo pude ver cuando un hombre montado en un Dragonite dijo, ¡Dragonite ahi abajo hay uno, recojelo!, despues de eso amaneci en una cama de hospital, con la boca seca, el hombre estaba sentado a mi lado, fue quien me dijo que no se encontraron a mis padres, asi que los dieron por muertos, el hombre lo trate siempre como mi padre, fue quien me crio, y el aprobo que yo me fuera junto a Abinoblem, pero, el me dijo que volviera con el campeonato ganado, despues de eso decidi salir a vivir el mundo por mi cuenta, y bueno, aqui estoy, conte toda la historia viendo el piso, veo a Lechu, quien me da una nueva cerveza, la cual abro y bebo

Lechu: hey, que te parece si seguimos?

Yo: Vale

-Caminamos un largo tiempo, fuera del espacio remanso, estabamos en el campo, caminando y caminando, ya estabamos caminando con dificultad, la vista borrosa (muchas bebidas :U) de repente, llegamos a un lugar, una pequeña granja, entramos en su granero, tiramos todas las botellas, y caimos rendidos al piso, yo dormi abrazado a una bala de heno.