miércoles, 22 de octubre de 2014

Odisea. Capítulo 7: Grotesco.

Ayer se me olvidó subir un capítulo porque tenía cosas que hacer, pero bueno, como no lo lee nadie no importa mucho, xD

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-Bueno, ya basta de combatir por ahora.- Declaró Enzo. -Se me ha ocurrido un sitio al que podemos ir para conseguirme un tercer pokémon.

Y mi compañero echó a andar otra vez al pueblo. Tras callejear un poco encontramos nuestro destino; un callejón estrecho y sin luces, de lo más tenebroso, se abría ante nosotros.
Avanzamos por el pequeño y oscuro pasillo, Enzo delante, y acabamos topándonos contra una puerta, la abrimos y entramos.

Otro criadero, similar al de roedores. Una sala enorme llena de terrarios y baldas con Pokéball, daba toda la sensación de ser algún tipo de local ilegal, de tráfico de pokémon. No me gustaba estar ahí, pero Enzo siguió avanzando hasta topar con una anciana.
-Disculpe.- Dijo educadamente. -He venido a por un pokémon.
-Por supuesto. -Le respondió la mujer con una sonrisa torcida. -¿Sabes qué pokémon quieres?
-Sí, un Yamask.- Contestó imperativo.
-Espera.- Interrumpí yo. -¿Un Yamask? ¿No sabes que nacen con la muerte de una persona? ¿Que los Yamask son personas reencarnadas?- Pregunté muy nervioso.
-Eso son mitos y supersticiones.- Contestó la anciana rápidamente. -Sígueme, te guiaré hasta la sala de los Yamask.

Seguimos a la anciana a lo largo de la sala y cruzamos un par de puertas hasta llegar a nuestro destino. Había un montón de Yamask, cada uno mirando su máscara y flotando por la habitación.
-Elije el que más te guste.- Dijo la mujer.
-¿Y qué pasa con ese?- Pregunté curioso señalando a uno aislado en un terrario de la esquina. Era diferente, parecía más grande y estaba encerrado en lugar de suelto como los demás. A diferencia del resto, no se encontraba mirando su máscara, sino que miraba fijamente a la anciana.
-¿Ése? ¡Ah, no es nada! Sólo es un Yamask muy malo al que tenemos que castigar.- Dijo mientras le salía una sonrisa macabra.
-Me quedaré con éste.- Afirmó Enzo ajeno a la conversación.

Una vez Enzo tuvo su pokémon, salimos de ahí por patas. No quería estar en ese sitio mucho más tiempo, me daba muy mala espina. Una vez en las afueras de la ciudad, Enzo me desafió a un combate para resarcir a su querido Canario.






-¡Padme, comienza con Impactrueno!- Ordené nada más salir de su pokéball.
-¡Majoras, protégete!- Gritó Enzo. Yamask creó una barrera que detuvo el ataque de Pichu sin ningún problema. -¡Y ahora anulación!- Yamask obedeció de inmediato, usando sus poderes para impedir que Pichu pudiera lanzar más Impactruenos. -¿Ahora qué?- Dijo Enzo regodeándose. -Sin tu Impactrueno, ¿qué te queda para atacar a mi Yamask?

Yo sonreí levemente antes de echarme a reír a carcajadas. -¿De verdad crees que eso es lo único que tengo para ti?- Pregunté burlón antes de ordenar a Padme usar Placaje Eléctrico.
Pichu avanzó velozmente por la hierba, liberando electricidad que se pegaba a su cuerpo convirtiéndolo en una bola electrizante que avanzaba a gran velocidad hasta su adversario.
-¡Protección!- Majoras creó una barrera a su alrededor.
-¡Da vueltas cargando tu electricidad hasta que se vaya la barrera!

Pichu corría y corría en círculos alrededor de su oponente. La barrera seguía en pie con mucho esfuerzo por parte de Majoras, hasta que no pudo más y la barrera se rompió, entonces Pichu se lanzó con todas sus fuerzas e impactó de lleno en la máscara de su rival, recibiendo daño del duro metal, pero consiguiendo así amplificar su poder, ya que los metales conducen la electricidad.

-¡Vuelve Majoras, aún puedes hacer más cosas luego!- Ordenó Enzo mientras retiraba a su pokémon. -No esperaba que Pichu supiera ese ataque, pero eso no cambia nada. ¡Adelante Abinoblem!- Gritó mientras lanzaba la pokéball de su Mudkip.






-¡Usa Plazaje!- Dijo Enzo. Mudkip corrió hasta su rival y lo derribó sin ningún problema. Pichu cayó al suelo mal herida. -¡Acábalo con Bofetón Lodo!- La cola de Mudkip se llenó de tierra e impactó de lleno sobre la cara del derribado Pichu en repetidas ocasiones, haciendo que al final cayera debilitado.

-Buen trabajo Padme, has hecho cuanto has podido.- Hice una pausa mientras cogía la pokéball de mi siguiente pokémon. -¡Godzilla, termina el combate!






Godzilla salió y se encaró frente a su oponente. Empezó a lanzarle un ataque Malicioso sin que yo le dijera nada, parece que a Treecko no le gustaba demasiado Mudkip por alguna razón.
-¡Abinoblem, no dejes que te intimide! ¡Usa Placaje!- Dijo Enzo a su pokémon.
-¡Contraataca con Destructor!- Dije yo. La cola de Treecko chocó con el cuerpo de Mudkip y ambos fueron empujados hacia atrás por la fuerza. -Bueno Godzilla, hora de acabar esto. ¡Absorber!- Treecko se puso a cuatro patas y comenzó a drenar la vida de Mudkip.
-Perfecto, es el momento.- Sentenció Enzo mientras levantaba el brazo con la pokéball en mano. Devolvía a Mudkip a su interior y lanzaba la otra. -¡Adelante Majoras! ¡Anulación!- Al oír esas palabras sabía que estaba perdido. Destructor no afectaba a Majoras, tenía el combate perdido. ¿Perdido? Se me acababa de ocurrir un plan que sería mi única esperanza.

Confiando en la velocidad de Godzilla, le ordené usar Malicioso mientras la Pokéball se abría y de su interior salía Yamask. La sincronización fue perfecta y Treecko fue interrumpido mientras realizaba el Malicioso, puesto que ya no podía seguir con ese ataque.

-Ahora, ¡Absorber hasta el fin!- Yamask no pudo hace nada más. Por más que trataba de Impresionar a Treecko, su fuerza acabó agotándose, y luego la de Mudkip igual.

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TL;DR

Enzo ha conseguido un Yamask (Majoras) en un criadero de la ciudad.
Se ha descubierto que Padme sabe usar Placaje Eléctrico.
Godzilla ha derrotado a Abinoblem y a Majoras en combate.

Padme
Godzilla
Majoras
Canario
Abinoblem

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