Caminó y caminó, dejando tras de sí pedazos de su alma.
Caminó y caminó, dejando tras de sí una estela de podredumbre.
Caminó y caminó, dejando tras de sí toda una vida.
Caminó y caminó, dejando tras de sí un rastro de sangre.
Caminó, y continuó hasta el final inexorable de la muerte.
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