"Noooo, Merry aguanta"
"Enhorabuena, has ganado la medalla Ilusión"
"-¿Funcionan los Flashbacks en escritos?"
" -Lo dudo"
Antes de nada os voy a explicar una pequeña teoría de Internet que he usado en este capítulo.
¿Sabéis cuando cogéis una pokéball en el juego y en lugar de eso coges otro objeto?
La teoría dice que es porque los objetos se guardan también en pokéball (y por eso te entra una bici en la mochila entre otras cosas). Pues yo a esas pokéball las he hecho específicas y las he llamado Objetoball (suena horrible, lo sé).
Lee el capítulo entero tras el salto.
Tras
darme la medalla y la MT de Psíquico, la líder procedió a combatir
contra Delta usando otros pokémon que no estuvieran cansados como un
Espurr y un Spoink, pero no terminé de ver la batalla porque estaba
preocupado por Merry. Dejé a Enzo como espectador y me acerqué al
Alakazam de Anna, pidiéndole que me teletransportara a la enfermería
para ver a mi pokémon.
Al
llegar, vi a una enfermera vendando el lomo de Merry, que estaba
dormida y con varios tubos con suero. La enfermera terminó el
vendaje y se giró para hablarme:
-Tu
Skiddo está muy mal herido, pero se pondrá bien en un par de días.-
Me informó tranquilamente.
-Uf,
menos mal.- Resoplé yo un poco más relajado.
-Os
dejaré a solas.- Me informó ella mientras abandonaba la pequeña
sala.
Cuando
salió de la habitación yo me senté en la cama con Merry, la
acaricié con cuidado y le canté la primera canción que me vino a
la mente.
Estaba
mirando fijamente a la puerta, distraido, con la mano acariciando la
tripa de Skiddo y cantando una balada cuando noté algo húmedo en
los dedos. Giré rápidamente la cabeza pensando que sería sangre
pero vi a Merry lamiendo mi mano. Me incliné para besarla la mejilla
mientras se me escapaba una lagrimilla.
De
pronto, mis amigos y la líder se teletransportaron a la habitación
junto a Alakazam.
-¡He
ganado la medalla!- Dijo Delta mientras corría a abrazarme. -¿Cómo
está?- Preguntó señalando a Merry tras ver mi expresión triste.
-Está
bien, dicen que se recuperará pronto, en dos días.- Comenté
intentando sonar animado.
-¿Y
qué vamos a hacer dos días aquí?- Preguntó Enzo curioso.
-Bueno.-
Interrumpió Anna. -Este sitio no está en mi gimnasio, que está muy
a las afueras de la ciudad, sino que os he llevado a todos hasta
ciudad Ilusión.- Siguió hablando -Y justo ahora estamos de fiestas.
Si vais al Espacio Remanso de la ciudad están regalando Repartir
Experiencia a los entrenadores con al menos una medalla.- Informó la
líder tranquilamente. -Además podéis ir al Safari Ilusión, donde
los pokémon no son lo que parecen ser.- Dijo intrigantemente. -Por
último, mañana empiezan las fiestas del Gran Héroe, deberíais
quedaros a disfrutarlas.- Nos recomendó.
Con
los planes en mente nos pusimos en marcha. Anna desapareció junto a
su pokémon tras despedirse de nosotros. Delta, Enzo y yo salimos de
la sala y bajamos unas escaleras que nos llevaron a la sala de espera
de un Centro Pokémon. Aprovechamos para dejar a todos nuestros
pokémon curándose y fuimos camino del Espacio Remanso.
Delta
me iba contando cómo había conseguido ganar gracias a Kimberlie, lo
que me extrañó mucho porque pensaba que era un pokémon pacífico y
que no lo usaría en batallas. También me contó que la líder no le
dejó usar a su Honedge porque seguía aletargado y para combatir
ella tenía que blandirlo, y al parecer eso está prohibido en las
reglas de la liga.
Paramos
en un Alcadona para comprar suministros y salimos de ahí con 5 Baya
Aranja, 5 Baya Meloc, 5 Baya Safre y 5 Baya Zreza cada uno además de
una botella de 1L de tinto de verano Don Limón. Nos salió a pagar
2.000 monedas a cada uno que dimos casi gustosamente.
-Me
pregunto cuanto dinero podré sacar vendiendo esta MT.- Dije sacando
el disco que me había dado Anna. -No creo que lo vaya a usar nunca,
además de que vosotros también tenéis uno.
-Yo
no.- Respondió Delta. -Se lo cambié a un tipo por la MO de Corte.
Seguimos
andando hasta que al fin llegamos al Espacio Remanso. Era muy
parecido al que habíamos estado Enzo y yo anteriormente, donde nos
emborrachamos y encontramos una Piedra Trueno. Ese hecho me hizo
pensar en Padme, ¿era demasiado pronto para usarla? Seguramente sí,
pero tenía alguna duda...
Mis
pensamientos quedaron interrumpidos cuando choqué contra un tipo que
estaba haciendo cola. El grandullón se giró y dijo un par de cosas
sobre mi madre que no me gustaron nada, pero cuando iba a responder,
Delta se puso entre nosotros y desenvainó a su Honedge.
-Cuida
tu lengua rufián.- Se creció mientras apuntaba el filo al cuello de
aquél hombre. -O tendré que cortarla.- Hizo una pequeña pausa. -Y
la lengua también.- Terminó con una sonrisa macabra.
El
hombre se fue de la cola corriendo mientras yo dudaba en si aquello
me había gustado o asustado.
Pudimos
comprobar que la cola era para conseguir el repartir experiencia.
Tras esperar media hora pudimos conseguir al fin nuestro objeto. Era
un extraño casco con bombillas y una hoja a modo de manual de
instrucciones: “si se pone este gorro mientras sus pokémon luchan,
pasará la energía de la batalla a los que estén en su cinturon sin
combatir.” No entendía que clase de ciencia lógica usaban esas
instrucciones tan raras, pero suponía que algún día tendría que
pasar vergüenza y probar si realmente funcionaba.
Ahora
que ya teníamos el armatoste imposible de guardar en la mochila con
nosotros, nos dirigimos a nuestro próximo destino; el Safari
Ilusión, pero a la salida del Espacio Remanso nos cortó el camino
un Charizard. De su espalda se bajó una persona a la que conocía.
-¿Trekan?-
Pregunté incrédulo.
-¿Lo
conoces?- Inquirió Delta curiosa.
-Sí.-
Dije. -Es mi hermano.
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Ahora tengo un traje, un repartir experiencia y una objetoball :D
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