lunes, 3 de noviembre de 2014

Odisea. Capítulo 16: Peligro.

Capítulo previo al primer gimnasio, además de conclusivo a lo ocurrido en el derrumbe.

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Lo siguiente que recuerdo es despertar en una cama de hospital con vendas en la cabeza y algunas vías en los brazos. A los pies de la cama estaban mis tres pokémon durmiendo. Estaban aparentemente bien, incluso Merry había recuperado todas sus hojas y tenía un aspecto saludable. Desde el sofá de la habitación me saludó alguien.

-Buenos días Lechu, ¿qué tal te encuentras?- Preguntó la femenina voz de Delta con preocupación.
-¿Y tú quién eres?- Bromeé yo. -Estoy bien, pero no sé qué ha pasado.
-Esta mañana te estaba esperando a la entrada del bosque.- Respondió Delta. -Pero como no venías fui a ver si estabas entrenando aún en la montaña. Al subir el primer tramo de escaleras te vi tirado en el suelo frente a un derrumbamiento de cueva con Godzilla acurrucada sobre tu pecho.- Relató Delta. -Entonces con ayuda de mis pokémon te traje de vuelta a este pueblecito donde te han atendido. También me tomé la libertad de llevar a tus pokémon a curar al centro.

Me incorporé un poco en la cama y noté un fuerte dolor de cabeza. Así que aparentemente Godzilla me había salvado tras el derrumbe en la cueva y luego Delta me había encontrado y me había traido al hospital. Me alegré inconscientemente, mis compañeros no iban a dejar que muriese tan fácilmente.

-¿Y Enzo?- Pregunté curioso.
-No lo sé.- Respondió Delta. -Me imagino que seguirá esperándonos en el gimnasio Ilusión.- Se limitó a decir mientras se acercaba a la cama y pulsaba un botón del mando para que una enfermera viniese.
-Entonces será mejor que nos pongamos en marcha y no le hagamos esperar más, no quiero que se preocupe.- Fanfarroneé mientras sacaba los pies descalzos por el lateral de la cama, arrastrando un poco el cuerpo para bajarme y ponerme en pie, con tan mala suerte que la bata médica comenzó a deslizarse hacia arriba. -Será mejor que no mires.- Aconsejé a Delta mientras me colocaba el batín. -Creo que no llevo ropa interior.- Dije avergonzado mientras ella reía.
-¿Y quién crees que ayudó a desnudarte y meterte en la cama?- Dijo con una sonrisa inocente en la cara tomándome el pelo.

Cuando la enfermera vino me revisó todas las heridas y contusiones y al final dijo que podía darme el alta, pero iba a tener que tomar ibuprofeno de 1 gramo para el dolor de cabeza durante unos días. Pedí a Delta y la enfermera que salieran de la habitación mientras me daba una ducha rápida para quitarme la suciedad y me vestía. Mis pokémon se metieron conmigo bajo el agua para refrescarse.

Una vez bien limpio, salí de la habitación y luego del hospital junto a Delta y nos dirigimos al bosque de nuevo. Tras caminar un poco con leve dificultad, pues tenía la pierna amoratada, llegamos a la entrada del bosque, inspiramos y entramos. Caminamos siguiendo un camino de tierra que zigzagueaba cuando se encontraba con algún árbol y fuimos viendo numerosos pokémon. Encontramos algunos cascarones de Metapod y Kakuna vacíos, en señal de una reciente evolución. Si había Beedrill cerca teníamos que andar con cuidado.

Anduvimos un buen rato hasta topar con un pequeño lago en el interior del bosque. Nos acercamos para rellenar la cantimplora y de pronto un pokémon nos atacó.





El Surskit saltó hacia nosotros mientras llenábamos la cantimplora y lanzó unas burbujas que interceptó Godzilla tras salir de su pokéball al sentir el peligro. No estaba seguro de si me gustaba que mis pokémon salieran siempre sin que les avisara, pero ahora tenía asuntos más importantes de los que preocuparme.

Surskit se lanzó a toda velocidad y golpeó a Godzilla en la cabeza, haciendo que cayera de espaldas, pero Treecko aprovechó la inercia del golpe para hacer un backflip en el aire que le permitió golpear con la cola a su oponente en un conveniente ataque Destructor.
Surskit sufrió leves daños y se recuperó muy rápido, se dio la vuelta y volvio a usar Ataque Rápido contra Godzilla, golpeando esta vez en el abdomen y cuando estaban en contacto usando Burbuja a bocajarro contra su oponente. A pesar de no ser muy eficaz, Godzilla sufrió daños severos por culpa de la combinación de ataques.

-¡Vale Godzilla, usa Malicioso!- Godzilla se puso a cuatro patas, abrió la boca por completo y comenzó a gorjear. Treccko emitía un sonido indesccriptible e intimidante. Parecía que al subir de nivel, Godzilla había aprendido nuevos trucos para sus ataques y ahora su forma de bajar la defensa rival era más efectiva.

Surskit se amedrentó un poco, dudando en si continuar atacando, pero al final se decidió a volver a lanzarse al Ataque Rápido. La velocidad del ataque hizo que Godzilla no pudiera esquivarlo, pero volvió a apañárselas para, tras recibir el ataque de lleno en el estómago, apartar un poco a Surskit y girar sobre sí mismo aprovechando la fuerza del golpe de su rival para propinarle un golpe crítico con la cola que le derribó contra un árbol y le dejó debilitado.

No sabía porqué nos había atacado ese Surskit, pero me había dado problemas. Terminamos de salir del bosque tomando un Batido de Kimberlie para que Godzilla recuperase su salud.
Tras terminar el batido, llegamos al borde del bosque, el punto en el que acababa, y justo delantes de nuestras narices se erigía un gran edificio con aspecto de antiguo templo griego con columnas de mármol y un panteón decorado.


-¡Por fin llegáis tortolitos!- Nos saludó Enzo efusivamente. -Habéis tardado tanto que me ha dado tiempo a ganar la Medalla Ilusión y el teléfono de la líder.- Dijo nuestro compañero enseñándonos la medalla con un número escrito.

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