miércoles, 5 de noviembre de 2014

Hoy. I.

Hoy me han dicho los errores que cometí.
Son muchos.
Son horribles.
Me odio.
Mucho.

Forcé las cosas aún sabiendo que así era.
Creí que las cosas estaban mejor de lo que en verdad estaban.
Volví a cagarla.
No paro de cometer errores.
Haga lo que haga.

El camino por recorrer es muy largo.
Sin ella se hace más duro y más largo.
Lo recorreré.
Tarde lo que tarde.
Duela lo que duela.
Aún sabiendo que tal vez cuando llegue no quede nada.

Entonces sólo podré seguir caminando aunque esté cojo.
Siempre me he rendido.
Ahora no quiero.
Ahora no debo.

Aunque duele.
Duele más no intentarlo.
Estas líneas no cambian nada.
Pero me ayudan a ver las cosas desde otra perspectiva.

Esperaré.
Esperaré hasta poder ayudarte.
Esperaré.
Esperaré porque no puedo hacer nada más ahora.
Esperaré.
Y no dejaré de esperar.

Porque las cosas que hago por mí, las hago por ti.
Porque hacerte feliz es lo que me hace feliz a mí.
Porque querer ser mejor para mí, hace que lo sea para ti.
No es que no haga las cosas por mí.
Es que prefiero ver la repercusión que tendrían en ti.

Aunque las palabras no son más que eso; palabras vacías sin ningún significado.
Conseguiré demostrarte todo cuando me dejes.
Y quiero ayudarte porque no quiero estar sólo para lo bueno.
No está mal necesitar ayuda, todos la necesitamos en algún momento.
Pero si es tu decisión, no volveré a meterme.

Sólo estoy divagando.
Sólo quiero arreglarlo todo.
Sólo quiero dejar de odiarme.
Y sólo seguiré caminando.
Hasta el final.
Sea cual sea.

No quiero perder lo que me ha quitado la venda de los ojos.
No quiero perder el motivo por el que quiero cambiar.
No quiero perder una parte de mí.
No quiero perderte.

Y como siempre hablo y hablo sin parar.
Diciendo cosas que podrían tomarse mal.
Mejor paro ya.
Y sobre todo.
Espero que todo salga bien.
Para ti.
Para mí.
Ante todo, para ambos.

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