lunes, 22 de octubre de 2012

Lechugas en la niebla.

No me gusta nada la niebla, a parte de porque la conducción se vuelve más "complicada" e insegura, porque me hace pensar, pensar cosas malas.

No sé por qué, pero asocio los días nublosos con apocalipsis, muerte y sobre todo, zombis.
Me hace pensar en lo que pasaría si de pronto surgieran los zombis por doquier. Me asusta que algún día pase, a pesar de mi escepticismo.
Me asusta perder a mis seres queridos, como a todo el mundo, supongo.

Sin duda, lo que más me asusta es quedarme atrapado en un mundo post-apocalíptico plagado de zombis, y sobre todo, en caso de que estuviera solo.

La única parte buena de todo esto, que iba yo pensando en el tren de camino a la uni, es que me ha inspirado para comenzar una novela (sí, otra más), y sí, con esta ya van 4 ó 5, y todas ellas sin acabar, muchas abandonadas a espera de inspiración que, ya dudo que vuelva.

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