martes, 28 de octubre de 2014

Odisea. Capítulo 13: Montaña.

Volvemos con la acción en un capítulo cargadísimo de cobates.

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Nada más separarnos me enfilé a subir un poco la montaña para encontrar pokémon un poco más fuertes. Tras la dura escalada llegué a una zona lisa, adaptada para el tránsito habitual de personas. Miré a la izquierda y vi unos escalones esculpidos en la roca. No estaban lejos de donde yo había escalado, de hecho debían estar a unos dos metros, pero no los había visto.

En el llano había un banco para sentarse a descansar, una fuente para llenar la cantimplora, una cueva en frente a la izquierda y más escaleras que subían a la derecha.

Saqué a mis tres pokémon para que me acompañaran y nos adentramos en la cueva con la linterna en la mano. Padme se subió a mi hombro derecho mientras que Godzilla iba encima de Merry, que no se apartaba de mi pierna y me hizo tropezar un par de veces. La cueva estaba totalmente a oscuras y la linterna apenas ofrecía visión de nuestro alrededor. Oímos sonidos raros, como de algún sónar y cosas arrastrándose por la tierra. De pronto, frente a nosotros apareció un terrible pokémon.








Parecía una cría de Druddigon por su tamaño pero mi pokédex rota terminó de confirmármelo al comprobar su nivel.
-¡Bien, esto debería ser fácil para Padme!- Grité mientras Pichu bajaba de mi hombro y se paraba frente a Druddigon. -Fácil... Fácil.... Fácil...- Dijo el eco de la cueva.
Druddigon se dispuso a arañar a su oponente, pero ordené rápidamente usar Sorpresa para pararle los pies.
La Piel Tosca de Druddigon hirió a Padme un poco.
-¡Usa encanto!- Ordené, e inmediatamente Pichu puso su cara más tierna para rebajar el ataque de Druddigon, que se quedó mirando extrañado y luego se lanzó a usar arañazo una vez más. Las grandes garras del dragón rozaron la cara de Padme, dejándole tres horribles marcas.
-No te preocupes Padme.- Le dije. -Luego te lo curaremos, ahora vamos a vengarnos. ¡Usa Placaje Eléctrico!- Padme se lanzó a la carga, se cubrió de chispas rápidamente y la electricidad nos dió una mejor visión de la cueva. Los zubats bajaron del techo en bandada y salieron de la cueva, excepto uno que se lanzó a por mí y Merry saltó para interceptarlo.







Ahora tenía dos combates abiertos y no sabía hacia donde mirar. Godzilla me había escalado el pecho y me miraba con su expresión sonriente de siempre. La luz se apagó cuando el ataque de Pichu finalmente impactó en su rival. Si bien resisitió el golpe, no pudo evitar sufrir grandes daños e incluso quedar paralizado. Pichu sufrió fuertes heridas de retroceso por parte de su ataque y de la rasposa piel de su rival.

Mientras tanto, en el combate de Merry, Zubat estaba pegado a su cuello, chupándole la vida, mientras Skiddo trataba de quitárselo de encima chocando contra las paredes en un frenético ataque placaje.
-¡Godzilla, ayuda a Merry a quitarse el Zubat de encima!- Y Treecko saltó con la cola por delante dispuesto a golpear al Zubat, pero algo se le puso delante impidiéndole llegar a su objetivo.





Ahora que tenía tres batallas a la vez no sabía qué hacer. No podía alumbrar con la linterna a todos, por lo que dos de mis pokémon estarían en desventaja en algún momento. Me dispuse a dar órdenes rápidamente.
-¡Todos, acercaos a mí, formemos un círculo a mi alrededor para que esto salga bien!- Les ordené y me obedecieron de inmediato, todos excepto Merry, que sólo sabía dónde estaba por los sonidos de golpes. -Grrrr.- Gruñí impaciente. -Está bien, Padme lanza Impactrueno en todas direcciones, a discreción.- Pichu se quedó mirándome con preocupación. -No te preocupes, si das a Godzilla o a Merry su cuerpo lo resistirá.- Pichu siguió mirándome igual. -Y no te preocupes por mí, también lo resistiré.... Supongo.

Eso convenció un poco más a Padme, que saltó y liberó una enorme cantidad de electricidad por toda la cueva. Los pokémon de tipo tierra que había por allí no se dieron ni cuenta y siguieron con su vida, por lo que no nos tuvimos que preocupar de ampliar los frentes de batalla. El ataque golpeó a Druddigon, que cayó de rodillas al suelo, falto de fuerza. También impactó de lleno a Woobat, cosa que Godzilla aprovechó para golpearle con su destructor y tirarle al suelo sin darle opción a hacer nada más. A mí me golpeó una pequeña descarga que me hizo perder el control y empezar a babear como un bebé.

Pero seguíamos sin ver a Merry por ninguna parte.
-¡Padme, acaba con Placaje Eléctrico!- Dije aún sabiendo que estaba forzando demasiado a la pequeña Pichu. Ella volvió a correr mientras se cargaba de electricidad. -¡Ahí está!- Dije señalando a un bulto caido en el suelo. Merry estaba aparentemente tirada con el Zubat aún encima suyo, chupando la vida de mi pokémon.

La luz volvió a apagarse, pero no importaba, ya estaba apuntando con mi linterna en la dirección en que estaba Merry y ya iba corriendo hacia ella. Noté como Padme saltaba a mi hombro, en señal de que había terminado su combate, se acurrucaba entre mi largo pelo y se dormía. Debía estar cansada, pues la había exigido mucho.

Llegamos hasta Merry y la vimos cubierta de sangre, de su propia sangre. Unos pequeños agujeros en el cuello borboteaban líquido rojo. A sus pies, yacía el Zubat muerto en una posición antinatural. ¿Cómo lo había hecho? No lo sabía, pero sólo podía suponer que Zubat había usado su supersónico, por eso Skiddo no había obedecido a mis órdenes, y en alguna de las sacudidas que daba por la confusión debió haberle aplastado contra la pared de piedra y haberle raspado. Me agaché para examinar el cuerpo del pokémon y lo encontré rojo por completo, lleno de heridas de raspones y en un charco de su propia sangre.

Decidimos salir inmediatamente de la cueva. Una vez en el exterior bebimos agua para recuperarnos un poco y nos sentamos a descansar. Apena habían pasado hora y media desde que me separé de mis compañeros, pero había sido muy intenso.

Estuvimos descansando hasta la hora de comer. Nos comimos una manzana cada uno y ya nos volvimos a sentir con fuerzas para seguir entrenando. Mi prioridad eran Merry y Padme, que eran los más inexpertos, y luego si la cosa se ponía difícil usaría a Godzilla, que tenía ventaja de tipo y de velocidad.

Tras el descanso y la comida, vimos un hombre escalando por donde lo había hecho yo por la mañana. Con el gorro por delante, una cara bonachona detrás y luego una gran barriga cervecera estaba claro que era un montañero experto. Terminó de subir y se guardó el pico en la mochila.

-¡Anda!- Dijo sorprendido. -No esperaba encontrar a nadie aquí.
-Yo tampoco.- Confesé mientras bebía un poco de agua.
-Si vas detrás del Onix de cristal olvídate, es mío.- Dijo esta vez muy serio.
-¿El qué?- Pregunté confuso.
-A mí no me engañas.- Respondió. -¡Luchemos por ver quién se lo queda!- Y sin darme opción a negarme lanzó dos pokéball y el combate comenzó.

 Padme Nv. 4 + Merry Nv. 5   Vs    Throh Nv. 4 +  Sawk Nv. 5










Tras ver los datos en la pokédex pude comprobar que ese señor llevaría mucho tiempo escalando montañas, pero no tanto entrenando.
-¡Padme sorprende a Throh, Merry placa a Sawk!- Ordené rápidamente. Pichu corrió de frente a Throh y en el último segundo le saltó y golpeó por la espalda, tirándole al suelo incapaz de reaccionar. Merry golpeó a Sawk con fuerza, pero éste aguantó sin problema y le usó Golpe Roca en toda la cabeza.
-¡Throh, Atadura en Skiddo. Sawk, sigue con Golpe Roca!- Dijo el montañero. Sus pokémon obedecieron de inmediato. Mientras Throh tenía agarrado a Merry, Sawk le propinaba fuertes puñetazos uno tras otro.
-¡Cometes un error al menospreciar a Padme!- Informé furioso. -¡Placaje Eléctrico!- Pichu corrió a toda velocidad y golpeó la espalda de Throh con toda su fuerza y las chispas. Pichu se apoyó en una rodilla por el esfuerzo y Skiddo quedó libre. -¡Merry, usa placaje en Throh y termina con él!

Merry golpeó con los cuernos por delante al derribado Throh y lo lanzó lejos. El montañero lo devolvió a la pokéball como síntoma de derrota.
-¡Sawk, venganza!- Sawk se sentó de rodillas mientras canalizaba energía.
-¡No te dejaré!- Dije yo. -¡Impactrueno, Placaje!- Ordené y rápidamente los ataques volaron por el aire. La electricidad impactó a Sawk que ni se inmutó y el placaje de Merry le golpeó en el pecho, entonces abrió los ojos, agarró de los cuernos a Skiddo y lo lanzó contra el suelo con una fuerza brutal.

Merry quedó debilitado y tuve que devolverlo a la pokéball mientras pensaba en cómo remontar esto.
-¡Usa Golpe Roca!- Dijo el montañero sin darme ni una pausa para pensar. Sawk se abalanzó contra Pichu, que lo saltó gracilmente, cayó sobre el brazo extendido de su rival y volvió a saltar para quedarse a la espalda.
-¡Padme, usa Impactrueno!- Unas enormes chispas volaron hacia Sawk, más grandes que cualquiera que hubiera lanzado antes. El luchador gritó cuando le alcanzaron y se retorció de dolor. Pichu, cayó al suelo totalmente cansada y su rival se giró mientras humeaba un poco, dio un par de pasos hacia Padme, y cayó al suelo debilitado.

-Imposible.- Susurró el montañero mientras se arrodillaba junto a Sawk. -¿Entonces no estoy preparado para atrapar al Onix de cristal?- Preguntó a la nada.
-No te desanimes hombre.- Le dije. -Sólo necesitas entrenar un poco más.- El hombre se enjugó las lágrimas, me miró y me hizo una pregunta.
-¿Podrías ayudarme a capturar el Onix, por favor?- Me preguntó con la mayor cara de admiración que había visto nunca. Pensé un rato y al final le respondí:

-No.- Y me fui de allí subiendo las escaleras de piedra.

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