viernes, 31 de octubre de 2014

Odisea. Capítulo 14: Nómada.

Pequeña pausa por motivos que no vienen al caso, vamos a avanzar.

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Subiendo las escaleras se me ocurrió un plan para ayudar a mis pokémon a subir de nivel. Como la mayoría de pokémon que iba a encontrar serían del tipo roca o tierra, los dejaría débiles con Godzilla y luego haría un cambio para que Merry o Padme se llevasen toda la experiencia. Una vez que Skiddo estuviese al nivel 7 aprendería Látigo Cepa, lo que me ayudaría aún más a la hora de entrenar en ese lugar.

Las escaleras terminaron en lo que parecía una pequeña entrada a una cueva. Tapando la entrada había un hombre con ropas estrafalarias y un turbante que le tapaba toda la cabeza a excepción de los ojos, unos ojos negros y profundos en los que parecía que te asomabas al abismo si los mirabas.
-No puedes pasar.- Dijo con una voz grave. -Quien ose pasar experimentará un dolor infernal hasta que llegue su hora y suplique morir.

¿Qué cojones estaba diciendo ese tío? Esa no parecía una primera frase para empezar una conversación. El hombre se me quedó mirando a los ojos, los míos miraron a los suyos y empecé a sentir como si cayera en el vacío. Sólo pude ver oscuridad, y al fondo, una extraña luz blanca. Un aro de luz que iluminaba una figura que no había visto nunca. Vi las cabezas de extraños pokémon a mis pies, ¿Godzilla? No, era un Sceptile, sin embargo...

Volví a la normalidad. El hombre tenía su mano apoyada en mi hombro. Me zafé rápidamente.
-¿Qué haces?- Dije jadeando.
-Mostrarte lo que pasaría si entrases sin estar preparado.- Se limitó a responder. -Ahora vete.

La visión me había dejado temblando como una colegiala. Bajé las escaleras por donde había venido solo que ahora vi un camino a la derecha en el que no había reparado durante la subida. Seguí las escaleras que subían, bajaban, torcían e incluso zigzagueaban. Al final terminé en una gran zona de terreno arenoso en el que muchos pokémon vivían. Éste era el hábitat perfecto para Diglett, Sandsrew, Trapinch, Bagon e incluso Phanpy.

Me acerqué corriendo a un grupo de Diglett e inicié una pelea a la que se unieron todos ellos. Saqué la pokédex y pude respirar tranquilo, pues debían ser recién nacidos.


Ordené a Merry usar Placaje y se lanzó al ataque a por el primer Diglett, que lo esquivó escondiéndose en un hoyo. El resto lanzó arena a los ojos de Skiddo, bajándole la precisión de sus próximos ataques.
-¡Usa Desarrollo tanto como puedas!- Dije mientras rebuscaba en mi mochila.
Los Diglett se lanzaron al ataque, mientras dos seguían arrojando arena, tres de ellos rodearon a mi pokémon y comenzaron a arañarle las patas. Uno de ellos se pudo estirar más y arañó el lomo de Merry. Skiddo aguantaba como podía todos los ataques, mientras seguía subiendo su nivel de ataque.
-¡Aquí está!- Grité mientras sacaba la cantimplora de la mochila. Empecé a correr hacia Merry, pero un Diglett me hizo tropezar y se me cayó la cantimplora al suelo. El agua empezó a fluir hacia fuera. Me levanté rápido y la recuperé, me acerqué a Merry y derramé el poco contenido que quedaba en sus ojos. El agua limpió un poco la visión de uno de los ojos de Skiddo, permitiéndole recuperar un poco de su precisión.

Dos de los Diglett se giraron hacia mí y comenzaron a arañarme las piernas.
-¡Ah! ¡Escuece!- Dije mientras subía una pierna tras otra rápidamente.
Merry vino en mi ayuda y se abalanzó sobre uno de los pokémon que me estaban atacando, dejándole fuera de combate. Los 4 Diglett que aún quedaban comenzaron a tirarle más arena a los ojos nublando la visión de Skiddo del todo.
-¡Tranquila Merry, usa tu oído!- Skiddo se relajó y aguzó el oido. Tras tanto Desarrollo sólo era cuestión de aguantar los golpes de sus rivales y ser capaz de acertar sus ataques y todo estaría solucionado.

Un Diglett se acercó por el flanco de Merry y le arañó y se escondió rápidamente.
-Mierda.- Dije para mí mientras veía como otro Diglett se acercaba por el flanco contrario. -¡A la derecha!- Merry me oyó y placó a su derecha, golpeando a Diglett por pura suerte y mandándolo bajo tierra debilitado. Los tres Diglett que aún estaban en pie salieron de sus agujeros y atacaron a la vez. Uno de los arañazos que le causaron empezó a sangrar; un golpe crítico.
-¡Toma esto!- Grité a la vez que lanzaba una Baya Aranja a Skiddo, le golpeaba el hocico y caía al suelo. -Es verdad, que no ve.- Dije frustrado. Vi como los Diglett iban en dirección a la baya con intención de comérsela. -¡Merry, frente a ti está la baya y los Diglett van a por ella!- Grité con todas mis fuerzas. Merry agachó la cabeza, olió y cogió la baya. Uno de los Diglett aprovechó para arañarle en la cara, pero a Merry no pareció importarle demasiado, placó y golpeó a uno más.

Sólo quedaban dos y se veían con poco valor. Merry corrió embistiendo a la nada intentando golpear a sus enemigos, pero sin éxito. Uno de los Diglett se decidió a atacar finalmente a Skiddo, pero al ir de frente recibió el golpe de mi pokémon y quedó debilitado.

Merry paró en seco. De las frondes de su cuello salieron dos lianas que se dirijieron a los ojos y los frotaron para quitar toda la arena que pudieron. Skiddo abrió un poco los ojos y pudo ver la silueta borrosa de su oponente. Le lanzó un Látigo Cepa pero el Diglett se escondió bajo tierra y no volvió a salir; huyó.

Tras el intenso entrenamiento bajamos las escaleras hasta la fuente para lavarle los ojos a Merry. El montañero ya no estaba, y yo me alegraba. De pronto, salieron 5 Geodude de ninguna parte y se encararon. La dureza de esos pokémon me obligaron a usar a Godzilla y Padme también.


Nv 5 +  Nv 7 +  Nv 7 Vs Nv 9x5





Tenian la ventaja del número y el nivel, pero yo tenía ventaja de tipo excepto con Padme.
-¡Bien chicos, el plan es simple, Látigo Cepa y Absorber a muerte, y que Padme les dé el toque el final!- Ordené y todos se lanzaron al ataque, pero pronto me di cuenta del error, Padme no tenía nada para derrotar a estos enemigos.
-¡Eh, no puedes usar más de un pokémon a la vez!- Dijo una voz a mi espalda, al girarme vi al montañero que había vencido antes.
-¡Cállate, esto no es un combate contra un entrenador!- Dije enfadado. -Si uso sólo un pokémon no puedo hacer nada, ¡además, ellos son 5!- Respondí más furioso aún mientras pensaba en cómo lo iba a hacer.

Padme usó Sopresa en uno de los Geodude, impidiéndole moverse. Después de ese ataque simplemente se subió a mi hombro. Merry usó su Látigo Cepa en el mismo Geodude, golpeándole en el centro de la cara, pero su enemigo agarró la cepa y comenzó a tirar hacia sí para atraerlo. Godzilla saltó sobre la cepa, Geodude trató de quitarlo de ahí con un placaje que Treecko esquivó fácilmente y luego usó Absorber debilitando al primer rival.

Mientras mis pokémon se habían unido contra el mismo oponente, el resto estaba subiendo sus estadísticas. Dos de ellos se veían más rápidos debido a Pulimento y los otros dos parecían más resistentes con Rizo Defensa.
-¡Merry, a por los rápidos! ¡Godzilla, a por los resistentes!- Ordené rápidamente. Sabía que el Rizo Defensa no podía protegerles de ataques especiales como Absorber pero sí de los ataques físicos como Látigo Cepa.

Merry sacó dos cepas de las frondes y trató de golpear a uno de sus rivales que lo esquivó con demasiada facilidad. Mientras, el otro le placó por el costado. Merry cayó al suelo pues aún estaba cansada por el combate anterior.
-¡Pulso Cura!- Oí a mi espalda. Una onda golpeó a Merry y se extendió por su cuerpo, en lugar de hacerle daño parecía que le estaba restaurando la energía. -Muy bien Audino.- Informó el montañero, a lo que me quedé mirándole boquiabierto.
-Tienes razón, son pokémon salvajes y podrían matarnos, no hay que seguir las reglas oficiales contra ellos.- Dijo cruzando los brazos. -Así que no permitiré que te derroten tan fácilmente, aunque debo advertirte que no puedo seguir usando este ataque mucho tiempo más, gasté la mayoría de fuerzas de Audino en curar a Throh y Sawk.

Merry se levantó lleno de energías y se encaró a sus dos adversarios.
-¡Bien Merry, usa Desarrollo y espera a que se acerquen para golpearlos con Látigo Cepa!- Le ordené mientras giraba para ver el combate de Godzilla. Al no estar recibiendo órdenes se estaba limitando a esquivar los Placajes de sus rivales cuando podía. -¡Godzilla, usa Absorber!- Dije sin más. No creía necesitar una estrategia más depurada para vencer a estos pokémon.

Las frondes de Merry crecieron rápidamente. Los Geodude lo tomaron como una amenzada y cargaron los dos a la vez. Las cepas de Skiddo salieron rápidamente y agarraron a uno de sus rivales impidiéndole hacer nada. El otro impactó con golpe crítico en el costado de Merry, que cayó al suelo aún con el primer Geodude aprisionado. Skiddo se puso de pie, lanzó al aire a su rival y cuando llegó a su punto álgido y estaba a punto de caer, una de las cepas de Merry le empujó hacia el suelo acrecentando la fuerza potencial y cinética y enterrando la mitad del cuerpo de su rival en el suelo.

Con un Geodude fuera de combate, Skiddo lo tenía más sencillo, pero su rival se cubrió con los brazos mientras hacía Rizo Defensa. Los latigazos que Skiddo propinaba no parecían hacerle ningún daño y él seguía subiendo su defensa. Lancé otra Baya Aranja a Merry para que el montañero no tuviese que hacer actuar a su Audino y me giré para mirar la batalla de Godzilla.

Treecko parecía divertirse saltando de encima de un Geodude a otro, haciendo que se placasen el uno al otro y usándoles Absorber de vez en cuando. La verdad era que ver a Godzilla enfrentándose así a varios rivales a la vez me hacía tener demasiada confianza y prepotencia en sus habilidades, sin pensar que sólo era capaz de hacerlo porque tenía ventaja sobre los rivales a los que nos habíamos enfrentado hasta la fecha.

Recordé la primera derrota que sufrimos, a manos del Charizard de mi padre y pensé en hacernos realmente fuertes para poder derrotarlo algún día. Ensimismado en mis pensamientos no ví que Godzilla se había aburrido de jugar y había terminado de derrotar a sus oponentes. Caminó hasta mí y se subió a mi pecho mirándome a la cara con su habitual sonrisa.

Merry por su parte contrarrestaba el Rizo Defensa del Geodude con Desarrollo. Fue un combate de mirarse el uno al otro durante unos minutos hasta que finalmente Geodude se lanzó al ataque con un Placaje que golpeó en la cara a Merry. Skiddo le aguantó el golpe y sacó sus cepas. Cada una de las lianas agarró fuerte una muñeca de su rival. Geodude no podía hacer nada y Merry sonrió, subió y bajó las cepas una y otra vez, golpeando a su rival contra el suelo incluso después de debilitarlo.
-¡Para ya!- Ordené tajante a Skiddo que cambió su expresión y vino saltando hacia mí más feliz que una perdiz, aunque nunca supe qué era una perdiz.
Tras la emoción del día, ahora que estaba anocheciendo, nos resguardamos en la tienda de campaña del montañero cuyo nombre no escuché porque le estaba ignorando. Me tumbé y Merry se acurrucó a mi lado, Godzilla se arrebujó en mi pecho y Padme se escondió entre mi pelo.

Dormimos después de que el montañero me contase sobre el extraño individuo que me había encontrado en la entrada de la cueva, el del turbante que me había dado escalofríos. Según me dijo, era un nómada que protegía a la gente de los peligros que se escondían en esa cueva.

Al dormir, volví a soñar con el hombre, con la silueta y con las cabezas. Vi la cabeza de Enzo, la de Delta e incluso la mía. Vi a gente que no recordaba haber visto nunca. Vi a Kimberlie y otros pokémon que no supe identificar pero que me resultaban conocidos. Vi a Godzilla aunque no era un Treecko.

Finalmente vi una silueta recortada en una luz. Una silueta que cambiaba, encogía, flotaba y le aparecía un asa en la cabeza, se agrandaba y sus patas se volvían más robustas, volvía a la normalidad y algo le salía del cuello. Una y otra vez. Una y otra vez...



Desperté entre sudores fríos. Una tenue luz rojiza atravesaba la tela de la tienda de campaña. Godzilla me estaba mirando fijamente, pero pude comprobar fácilmente que seguía dormida. Me preguntaba como sería eso de no tener párpados y aún así dormir bien sin ver nada como ella. Devolví a todos mis pokémon a sus pokéball para no despertarlos y me levanté, salí de la tienda y me lavé la cara en la fuente. El montañero aún seguía durmiendo y no quería despertarlo.

Me senté en el banco mientras veía el sol salir de entre los árboles del bosque en el que estaría Enzo entrenando. Me preguntaba si todos estarían bien, pues el bosque podía ser peligroso y no estaba seguro de que Delta pudiera apañárselas sola. Mis pensamientos quedaron interrumpidos cuando una de mis pokéball se abrió y de su interior salió una juguetona Padme que escaló hasta mi hombro y comenzó a lamer una de mis mejillas a modo de saludo.

-¿Te he despertado?- La pregunté mientras la cogía en brazos y acariciaba su cabeza. -Lo siento mucho.- Dije con una sonrisa mientras veía las heridas del día anterior cicatrizando poco a poco.
-Buenos días.- Dijo el montañero mientras salía de la tienda de campaña. -Hoy podríamos buscar nuevos pokémon para el equipo mientras entrenamos.- Sugirió.
-Lo siento.- Comencé a decir mientras me ponía en pie. -Pero yo trabajo solo y no hay ningún pokémon que me pueda interesar en esta montaña.- Padme se me subió al hombro mientras el hombre me miraba con cara extrañada.

Sin más preámbulos me despedí de aquél tipo y me adentré en la cueva, linterna en mano y con todos mis pokémon siguiéndome. Inspeccioné un poco la sala en busca de posibles peligros y encontré el cadáver del Zubat del día anterior tirado en el suelo, con apenas unas tiras de piel y carne aún pegadas a su esqueleto. Merry se acercó a olerlo, se agachó y le orinó encima como terminando de reirse de él de una forma macabra y cruel.

-Padme, ¿crees que serás capaz de vencer a muchos Zubat y Woobat a la vez?- Pregunté curioso.
Pichu me miró con expresión alegre, dio un salto y empezó a liberar electricidad por sus mofletes. El ataque Impactrueno chocó con el techo de la cueva y varios pokémon cayeron. La mayoría salió de la cueva volando, pero algunos se quedaron a pelear. Merry y Godzilla dieron un paso al frente.
-¡Quietas!- Ordené firmemente. -Esta es su pelea.- Informé señalando a la pequeña Padme que correteaba de un lado para otro cargando un Placaje Eléctrico antes de que se lo ordenase.








Sabiendo que los Zubat sólo conocían el ataque Chupavidas no me preocupé demasiado, aunque podría ser un problema porque Padme es muy pequeña y tiene poca sangre, el hecho de acercarse a atacarla sería un error que no podrían cometer dos veces. Dado que los Woobat podían atacar a distancia con Confusión, iban a ser un mayor problema.

-¡Bien Padme, golpea con Placaje Eléctrico a los Woobat!- Ordené al tiempo que Padme saltaba para intentar alcanzar a sus enemigos, que lo esquivaron volando como si nada. Los Woobat usaron Confusión todos a la vez y mantuvieron a Pichu en el aire incapaz de hacer nada, cosa que aprovecharon los Zubat para acercarse a chuparle la sangre. -¡Impactrueno!- Dije deseando que Padme fuera capaz de lanzar alguna chispa de sus mofletes.

Por suerte, fue capaz. Liberó una gran cantidad de electricidad que dio de lleno a uno de los Woobat. Cuando el pokémon recibió el impacto eléctrico fue incapaz de seguir con su ataque y cayó al suelo entre convulsiones. Sin la fuerza de uno de sus compañeros, los Woobat no pudieron mantener prisionero a Pichu, que cayó al suelo de pie, al lado del oponente electrocutado al que se acercó y lanzó una descarga más que terminó de debilitarlo. Veía a Padme un poco cansada por el esfuerzo, por lo que le lancé la penúltima Baya Aranja que teníamos para que se recuperase un poco.

Los caballeros oscuros se reunieron como tramando un plan y los tres Zubat se abalanzaron a la vez contra Padme mientras los Woobat se quedaban en la retaguardia para lanzar sus ataques Confusión. Una de las ondas impactó de lleno a Pichu, que fue lanzada hacia atrás, cayó al suelo y los Zubat se abalanzaron sobre su pequeño cuerpo. Padme se levantó a duras penas, con expresión febril y los Zubat pegados a su cuerpo chupándole la sangre, uno en la oreja, otro en el lomo y otro en la cara al lado de las heridas dejadas por el Druddigon del día anterior.

-¡Padme, sacátelos de encima! ¡Usa Impactrueno!- Pichu se giró hacia mí y me atacó con un potente ataque Impactrueno que dio de refilón a uno de los Zubat por estar demasiado cerca de un moflete. El ataque me dio de lleno y caí de rodillas, incapaz de mantenerme en pie, mientras me retorcía de dolor y notaba como mis músculos se flexionaban sin que yo se lo ordenase. Grité de dolor mientras mi visión se oscurecía. Había dejado caer la linterna y no veía nada, pero sabía que mi visión se había vuelto borrosa. Notaba las patas de Godzilla en mi cara, intentando hacerme reaccionar y la lengua de Merry lamiéndome los brazos.

Empecé a ver una luz al final del túnel, una gran luz que resultó ser la electricidad de Padme. Vi una figura borrosa y brillante llendo de un lado a otro, pero no supe bien qué ocurría, ni tampoco me sentía con fuerzas para levantarme y ver.
Merry me empujó con su cabeza y me hizo rodar un poco hasta que quedé de lateral, cosa que me facilitó un poco el respirar. Inspiré una honda bocanada casi sin darme cuenta y comencé a toser, había inhalado también mucho polvo de la cueva. Empecé a recuperar un poco la visión y un pitido en mi oido del que no me había percatado comenzó a desaparecer. Ahora podía escuchar, y oía gritar a varios pokémon. Merry balaba a mi lado con preocupación, al igual que Godzilla emitía unos extraños sonidos llenos de tristeza.

Padme gritaba llena de furia y los Zubat y Woobat aleteaban inquietos. Me levanté a duras penas con ayuda de Merry y cogí la linterna que me ofrecía Godzilla. Enfoqué donde estaba Padme, aunque no hacía falta pues sus ataques eléctricos inundaban la cueva.
-Tranquila Padme.- Susurré con voz quebrada. -Estoy bien.- Pichu se giró y al verme en pie vino corriendo hacia mí con lágrimas en los ojos, saltó a mis brazos y caí de espaldas debido al impulso mientras la abrazaba. Un Zubat salió de la nada y me mordió la rodilla. -¡Ah!- Grité, pero Padme saltó de entre mis brazos y lanzó un Impactrueno que frió a su oponente sin llegar a darme a mí.

Después terminó con los dos oponentes que aún quedaban en pie y que no había derrotado mientras yo estaba tirado en el suelo sin hacer nada, y, tras acabar con ellos, algo comenzó a pasarle a Padme.



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Chan-chan-chán. 

Merry sube al nivel 7 y aprende Látigo Cepa

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