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La
madre de GigaLechu sacó una pokéball del cajón mientras el
muchacho estaba detrás de Godzilla, observando cuál podría ser su
oponente. Habían salido fuera de casa, al campo. Estaban rodeados de
vegetación por todas partes y Lechu pensaba que eso le daba la
ventaja a su pokémon tipo planta.
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| Natsu Nv. 56 |
Su
madre sacó de la pokéball a Charizad.
-Se
acabó mi ventaja...- Pensó Lechu dándose por vencido.
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| Godzilla Nv. 5 |
VS
-¡Godzilla,
corre por las hierbas mientras lanzas tu malicioso!- Gritó Lechu a
la desesperada.
-¡Barre
la hierba a tu alrededor con Giro Fuego!- Ordenó la madre. Al
instante, Charizard se rodeó de fuego, y fue ampliando su diámetro
poco a poco hasta que casi alcanzó a Treecko.
-¡Bofetón
lodo sobre el Treecko!- Dijo una voz desconocida. Un Mudkip saltó de
entre las hierbas y llenó de tierra a Treecko, permitiendo que
resistiera el Giro Fuego cuando le atravesó la cortina llameante.
Ambos
pokémon; Treecko y Mudkip, se encontraban dentro del tornado de
fuego que había creado Charizard junto a él. De la hierba salió un
chico extraño, seguramente el entrenador de Mudkip y se acercó a
Lechu y su madre.
-No
sé que está pasando.- Dijo mirando a ambos. -Pero me habéis
despertado con fuego, ¡Eso es muy peligroso!- Comentó en tono de
bronca.
-¿Despertado?
¿Aquí en el campo?- Preguntó Lechu inquisitivo.
-¡Ah!
Es verdad.- Dijo el misterioso chico. -¿Cómo he llegado aquí?-
Comenzó a pensar.
-¿Qué
es lo último que recuerdas?- Dije sin prestar atención al combate.
-Lo
último que recuerdo es celebrar que tenía mi primer pokémon
montando una fiesta, y después nada.- Dijo de forma confusa. Era
evidente que no recordaba nada de la noche anterior ni tampoco sabía
cómo había llegado hasta ahí.
-Bueno
Lechu.- Dijo la madre muy seria señalando el campo de batalla.
-Cuando termines de hablar con tu amiguito, deberíais recoger
vuestros pokémon y llevarlos a curar.
La
madre no se había distraido y había aprovechado para debilitar al
pokémon de ambos.
-Vuelve
cuando tengas dos medallas al menos, no te quiero de vuelta antes.-
Sentenció mientras entraba en casa.
-¿Pero
qué demonios?- Dijo el muchacho mientras corría hacia su Mudkip.
-¡Abinoblem, resiste!
Mudkip
se giró y gimoteó un poco antes de volver a dormir.
-Lo
siento, que tu Mudkip terminara así fue en parte culpa mía.- Se
disculpó Lechu.
-Invítame
a cerveza y dime dónde hay un Centro Pokémon y todo arreglado.-
Respondió el chico.
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¡Un nuevo personaje y su Mudkip se han unido al equipo!
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