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No
paré de charlar con mi nuevo amigo mientras curaban a nuestros
pokémon. El misterioso chico se presentó como Enzo y me informó
que tenía en su haber un Mudkip Nv. 6 y un Fletchling Nv. 4 que
capturó estando borracho.
Enzo
estaba loco, pero en el buen sentido, era muy divertido y me cayó
bien en seguida, por lo que pronto le hice una pregunta.
-Ja
ja, pobre chaval.- Dije ante una historia recién contada. -Bueno,
eso me hace replantearme lo que iba a pedirte.- Comenté aún con una
sonrisa en la cara.
-¿Pedirme?
¿Qué?- Dijo Enzo con evidente sorpresa. -Aún es demasiado pronto
para casarnos.- Dramatizó.
-No
hombre.- Respondí riendo. -He pensado que ya que ambos queremos
hacernos con las medallas, podríamos ir juntos.
Enzo
pensó durante un rato, pero luego accedió con la condición de no
quedarse nunca sin suministro de cerveza. “Cuando termine la
aventura necesitaré un hígado nuevo”, pensé.
Caminamos
por la calle de la ciudad hasta llegar a un pequeño supermercado,
donde compramos dos 6-pack de botellines y un abre botellas. Después
buscamos en la sección de bayas para hacernos con algunas.
Vagamos
por los desérticos y polvorientos pasillos en busca del letrero que
indicase la frutería, pero el supermercado era un auténtico caos.
Cuando conseguimos encontrarla, nos acercamos a los estantes a mirar
el género. La mayoría de bayas tenía mal aspecto, así que
escogimos con cuidado cuáles llevarnos.
Compramos
al final 5 bayas Aranja, 5 Zreza y 2 Meloc. También nos llevamos
algunas manzanas para el camino y 5 pokéball más.
-150
monedas por las Aranja, 250 por las Zreza y 200 por las Meloc.- Dije.
-1.000
por las cervezas, 50 por el abridor y 150 por las manzanas.- Completó
Enzo.
-Eso
hace un total de 1.800.- Dijo la cajera con cara impaciente mientras
extendía la mano.
Después
de pagar decidí que necesitaba más dinero, o no podría seguir con
la aventura, por lo que nos decidimos a buscar gente para combatir
mientras nos abríamos la primera cerveza.
Fuimos
a un descampado donde se juntaban los entrenadores para ir
practicando.
-¡Somos
nuevos y queremos patear algunos culos!- Gritó Enzo nada más
entrar.
Todas
las cabezas se giraron hacia nosotros con evidente enfado. El tipo
más grande de todos, con gran barba de mendigo y ropa de cuero se
acercó a nosotros con una pokéball en mano.
-Muy
bien.- Dijo mientras sonreía. -No serás tan gallito cuando te demos
una paliza.- Giró la cabeza y silbó. Una chica pelirroja, alta y
pálida de piel, con los ojos verdes se acercó hacia el hombretón.
-A ver si podéis vencernos.- Sentenció.
-¡Ey
guapa! ¿Porque no te apartas de ese pringao y te vienes con
nosotros?- Dijo Enzo.
El
hombre lanzó su pokéball al suelo con fuerza.
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Mi equipo:
Godzilla |
Equipo de Enzo:
Abinoblem |
Canario |
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